1. Emociones primarias o básicas
Son universales y compartidas por todos los seres humanos. Se consideran innatas y tienen una función adaptativa. Entre ellas se encuentran:
Alegría: Sensación de bienestar y satisfacción.
Tristeza: Respuesta ante la pérdida o decepción.
Miedo: Activado ante una amenaza, ayuda a la supervivencia.
Ira: Surge ante la frustración o injusticia.
Sorpresa: Reacción ante un evento inesperado.
Asco: Rechazo hacia algo desagradable o peligroso.
2. Emociones secundarias o complejas
Se desarrollan con la experiencia y la interacción social. Son más sofisticadas y dependen del contexto cultural y personal:
Vergüenza: Sentimiento de incomodidad por una acción propia.
Culpa: Surge cuando sentimos que hemos hecho algo incorrecto.
Orgullo: Sensación de satisfacción por logros personales.
Gratitud: Aprecio por una acción positiva de otro.
Celos: Miedo a perder algo valioso ante otra persona.
Esperanza: Expectativa positiva hacia el futuro.
3. Emociones positivas y negativas
Las emociones pueden clasificarse según su impacto en nuestro bienestar:
Positivas: Alegría, gratitud, esperanza, orgullo.
Negativas: Miedo, ira, tristeza, celos, culpa.
4. Emociones sociales
Son aquellas que surgen en la interacción con otras personas y afectan nuestras relaciones:
Empatía: Capacidad de comprender y compartir emociones ajenas.
Compasión: Sentimiento de preocupación por el sufrimiento de otros.
Amor: Emoción compleja que involucra apego y afecto profundo.
5. Emociones autoconscientes
Requieren una evaluación de uno mismo y están ligadas a la identidad personal:
Vergüenza: Sensación de incomodidad por la percepción de los demás.
Orgullo: Evaluación positiva de uno mismo.
Culpa: Reflexión sobre acciones propias que afectan a otros.
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